Miércoles de ética: Cuando los videos son creados por quien perpetró los abusos

Imagina el siguiente escenario. Eres una persona que defiende los derechos humanos, y un video, grabado con un teléfono móvil y publicado de forma anónima en un sitio web, muestra a guardias de la prisión obligando a los presos a desnudarse y realizar actos de deshumanización. Has podido confirmar con un empleado de la prisión que el material es auténtico. Escribes un comunicado de prensa pidiendo a las personas funcionarias de la prisión que rindan cuentas por los hechos.

Tú:

  1. No compartes el video, porque implicaría volver a traumatizar a los prisioneros.
  2. Editas las imágenes para difuminar los rostros y los genitales de los presos.
  3. Compartes el video junto con el comunicado de prensa. Ya está en línea, así que ¿cuál es el punto de proteger la privacidad de los prisioneros ahora?

Este es un escenario que se está volviendo cada vez más común, ya que cada vez son más las violaciones de derechos humanos que se filman y se comparten en línea, a veces incluso son grabadas por las mismas personas responsables de los abusos.

Los videos de los perpetradores son uno de los dilemas éticos más difíciles de tratar para los periodistas, activistas y observadores de derechos humanos. Si el material se produce y comparte intencionalmente, como hemos visto, desde videos por organizaciones terroristas o criminales que dan a conocer las ejecuciones en YouTube, o es filmado por las personas abusadoras, pero filtrado a un público más amplio, como ilustra el ejemplo anterior, hay algo acerca de ver y compartir videos tomados por los perpetradores que simplemente no parece del todo bien.

En esta edición de nuestra serie Miércoles de ética, vamos a abordar por qué es así, y las diversas consideraciones a hacer cuando se utilizan videos de la persona que perpetró las violaciones de derechos humanos. Puedes leer aquí las Normas éticas para el uso de video de testigos presenciales en las cuales está basado este post.

La identificación y el análisis de videos grabados por perpetradores

Cuando los abusos de derechos humanos son filmados por lxs abusadores, periodistas y defensores se enfrentan con el reto de informar sobre el abuso sin aportar en la consecución de los objetivos de lxs abusadores. A continuación hay algunos ejemplos:

  • En una campaña de odio en Rusia, lxs autores utilizaron los sitios de citas en línea para atraer a jóvenes homosexuales a un lugar de encuentro, donde agredieron y maltrataron a sus víctimas. Los ataques fueron filmados, provocando a cada víctima con la amenaza de que serían marginados de su familia y de la comunidad, y con que compartirían los videos en las redes sociales.
  • En 2006, los blogueros egipcios circularon videos de teléfono celular grabados por los guardias de una prisión que mostraban la brutal tortura a prisioneros tras las rejas. Los guardias habían compartido las imágenes entre sí o con conocidos de las personas privadas de libertad como una forma de humillación. Pero cuando fueron compartidos con un público más amplio, llamaron la atención sobre el patrón generalizado de los abusos en las prisiones, lo que provocó protestas en las calles y la detención, enjuiciamiento y condena de los oficiales.
  • Los videos violentos se han convertido en un instrumento de propaganda de grupos criminales y de terroristas de gran alcance tales como los carteles mexicanos de la droga y el Estado Islámico. Sus videos de rehenes y las ejecuciones están destinadas a causar miedo, energizar partidarios, y recaudar dinero.
  • En Malasia, agentes de policía filmaron el abuso a personas detenidas en sus teléfonos móviles y compartieron las imágenes entre sí. Cuando los videos se hicieron públicos en 2005, mostraron a las mujeres detenidas forzadas a desnudarse y ponerse en cuclillass.

Para las personas espectadoras, entre ellas activistas, reporterxs e investigadores que están preguntándose si y cómo compartir este material, es útil poner en duda la intención de quienes filmaron o compartieron los videos.

  • ¿El video fue creado para provocar miedo?
  • ¿Para deshumanizar a una persona o una comunidad?
  • ¿Para ensalzar la violencia y reclutar nuevos miembros de una organización?
  • ¿Para entretener a lxs abusadores mismxs y compartir tácticas entre sí?
  • ¿Para confundir o engañar al público?
  • ¿Era acaso el video parte del propio abuso, como en el ejemplo de Rusia?

En muchos de estos casos, como en la ejecución de rehenes y los videos, las imágenes pueden proporcionar información importante acerca de una investigación o una noticia en desarrollo. En otras, como las del abuso de detenidxs de Malasia, el video puede proporcionar evidencia de abuso que pueden dar lugar a un debate público y contribuir a los esfuerzos por la justicia y la rendición de cuentas.

Evaluar el daño potencial

Sin embargo, lo que es cierto de la mayoría de los videos grabados por lxs agresores es la victimización de las personas que están siendo agredidas. No sólo es el hecho de que la víctima no esté en posición de dar su consentimiento a la grabación; esa persona o personas están documentadxs en una situación vulnerable y con frecuencia deshumanizante. El que una experiencia de este tipo sea compartida públicamente en el video puede causar un trauma psicológico. Al exponer sus identidades, los videos también pueden ponerlos en riesgo de una mayor discriminación y abuso.

Cuando las imágenes de las cárceles de Malasia se presentaron al aire en la televisión local, una de las sobrevivientes, para entonces puesta en libertad y en su hogar, se reconoció a sí misma en la pantalla. «Me ha sorprendido y enojado y avergonzado de nuevo,» le dijo al Washington Post. A pesar de que estaba de acuerdo con que los videos atrajeran la atención del público hacia los abusos, le pidió a la gente que los dejaran de circular.

Es necesario tomar medidas para minimizar el riesgo cuando al informar sobre un abuso, el video de testigo puede potencialmente dañar a las personas o a las comunidades filmadas. Por ejemplo, cuando Human Rights Watch informó sobre el abuso contra la comunidad LGBT en Rusia, se produjo un video con fragmentos de los videos de lxs autores de los abusos en los que las caras de los hombres maltratados fueron difuminadas para mantener su identidad privada. Muchos periódicos reportan sobre videos de rehenes y ejecuciones sin compartir los videos o los enlaces a los videos con el fin de evitar la complicidad con los objetivos políticos o financieros de lxs secuestradores.

Para más recomendaciones, consulta la guía Normas éticas para utilizar el video de testigos presenciales para informar y defender los derechos humanos. Compártenos tus propios métodos y retos a los que te has enfrentado al usar video de testigxs o como periodista ciudadano.



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