Miércoles de ética: ¿Quién está detrás de los videos? Crédito, transparencia y videos de testigos

Este blog es parte de una serie sobre las Normas éticas de WITNESS para el uso de videos de testigos presenciales en la documentación y defensa de los derechos humanos. Aquí puedes leer el 1er blog “Cómo minimizar los riesgos para quienes están siendo grabadxs”, el 2do blog “Archivos y lineamientos éticos para el uso de videos de testigos presenciales”y el 3er blog “Cuando los videos son creados por quien perpetró los abusos”

Cada miércoles, en nuestro blog, exploramos la ética del uso de imágenes de testigos presenciales al reportar y tomar acciones de incidencia para la defensa de los derechos humanos. Hasta ahora, la serie ha abordado las consideraciones éticas relativas a las personas filmadas en imágenes de testigos presenciales. En este artículo, nos centraremos en las consideraciones éticas relativas a otrxs dos actorxs principales en este tipo de videos: las personas creadoras y la audiencia.

Republicar, recopilar e informar usando videos de testigos presenciales da un nuevo contexto al contenido de otra persona. ¿Cómo podemos no sólo compartir, sino contextualizar el material proporcionando información a tu audiencia sobre quienes crearon el video? (Puedes leer el documento completo «Normas éticas de WITNESS para el uso de videos de testigos presenciales en la documentación y defensa de los derechos humanos», en el que se basa este post, en este enlace).

Diversas personas graban, distribuyen y diversas motivaciones detrás de los videos de testigos presenciales

Muchas personas documentan derechos humanos intencionadamente como profesionales, periodistas ciudadanxs o activistas que comparten las imágenes en sus canales personales o institucionales y en sus cuentas de redes sociales. En otros casos, las imágenes se comparten de forma anónima debido a los peligros que enfrentan lxs testigos presenciales. En el caso de las imágenes de agresorxs, los videos de abusos suelen subirse a los canales de comunicación del grupo; otras veces, el video lo filtra una persona informante que toma medidas para permanecer en el anonimato.

Independientemente de que la identidad de la persona que graba sea pública o de que la fuente esté en peligro, haya solicitado el anonimato o sea desconocida, es importante compartir con la audiencia información relevante sobre la fuente.

¿Por qué? Hay tres razones principales:

  • Responsabilidad ética con las personas creadoras de contenidos: Tanto si las imágenes han sido tomadas por una persona «periodista ciudadana» como por una reportera profesional, fotoperiodista o una organización de noticias, las personas creadoras de contenidos suelen esperar que se les reconozca el mérito de su trabajo. Y dependiendo de la jurisdicción legal, pueden tener derecho a controlar su uso y distribución. Además, aunque muchas personas comparten sus fotos y videos personales públicamente en YouTube o en las redes sociales, no necesariamente esperan o desean una mayor audiencia como resultado de una distribución más amplia de sus imágenes. El Eyewitness Media Hub, que estudia el uso que hacen los medios de comunicación de los videos y fotografías grabados por testigos presenciales, ha documentado varios casos en los que periodistas ciudadanxs han expresado su frustración por el hecho de que sus imágenes se utilizaran en las noticias sin permiso ni atribución.
  • Transparencia: Los videos de testigos presenciales, por definición, son creados por personas ajenas a tu organización. Es posible que no se preocupen por la objetividad o la verdad, y que tengan agendas políticas o prejuicios. Tu público merece saber desde qué punto de vista se ha creado esta versión concreta de los hechos, ya que ese contexto puede ser fundamental para entender qué se documenta y qué no, y por qué. Piensa en las imágenes como en una cita que una fuente da a un periodista. La persona reportera nombra a la fuente o, si hay razones válidas para mantener el anonimato de la fuente, explica esas razones y describe la perspectiva de la fuente y por qué la persona reportera considera que esa fuente es creíble.
  • Cadena de custodia: La cadena de custodia se refiere a la sucesión cronológica del video. Documentar la cadena de custodia de las imágenes que utilices ayudará a las personas investigadoras de derechos humanos, cineastas, historiadoras u otras personas que puedan estar interesadas en esas imágenes a localizar el video original. Si las imágenes resultan valiosas para una investigación criminal, por ejemplo, la capacidad de rastrear la cadena de custodia hasta el video original puede ser fundamental para demostrar que las imágenes son auténticas.

Cómo atribuir

Hay varias formas de atribuir un video a su creadorx. La que elijas dependerá del medio en el que trabajes, de cuánto conozcas del video y de si puedes pedir permiso a la persona realizadora, y de si pretendes compartir todo el video, partes de él, o simplemente informar sobre la información del video sin compartir la grabación en sí. También depende de si revelar la identidad de la fuente entraña algún riesgo potencial, tema que trataremos con más detalle la semana que viene. He aquí algunas opciones:

  • Incrustar o enlazar el video en línea subido por la fuente original. Por ejemplo, el canal de YouTube Syrian4all World ofrecía descripciones y subtítulos en inglés de videos de ciudadanxs sobre la guerra de Siria. En la descripción de cada video del canal, lxs espectadorxs disponen de un enlace al video original de YouTube. Ten en cuenta que el enlace podría perder su validez más adelante o que el video podría ser eliminado o modificarse su configuración de privacidad.
  • Indicar el nombre de la persona realizadora o de la organización, así como el contexto sobre quiénes son (por ejemplo, un grupo político crítico con el partido gobernante, unx periodista independiente que colabora con el periódico local, unx residente local que estaba en el lugar de los hechos). Describir la fuente del video simplemente como «Internet» o «YouTube» no es una atribución ética ni informativa. Ten en cuenta que compartir el video con un público más amplio -incluso si ya es público- puede poner en peligro al autor. Consulta las normas completas para saber más sobre cómo evaluar y minimizar los riesgos para lxs testigos presenciales.
  • Si no puedes determinar información concreta sobre la fuente, o has decidido por razones de seguridad o privacidad mantener el anonimato de la fuente, describe a tu audiencia cómo se encontraste el video, por qué crees que es auténtico y cualquier pregunta relevante sin respuesta que puedas tener sobre la fuente. Por ejemplo, el proyecto de The New York Times, Watching Syria’s War,
    recopiló videos en línea sobre la guerra en Siria, proporcionando contexto sobre el contenido y la fuente de las imágenes. Por ejemplo, en la entrada de un video en el que se ve a manifestantes huyendo de los disparos de combatientes del Estado Islámico, se ofrece a lxs espectadorxs el siguiente aviso de exención de responsabilidad: «Desconocemos la identidad de las personas que aparecen en este video, así como la identidad y las convicciones políticas de la persona que está grabando. No podemos ver a los hombres armados que efectúan los disparos que se escuchan en este video, por lo que no podemos verificar las afirmaciones de que son miembros del Estado Islámico en Irak y Siria.»

Si buscas más consejos para atribuir el material a la fuente original, te recomendamos estos otros recursos:

Para más orientación, consulta la guía Normas éticas para utilizar el video de testigos presenciales para informar y defender los derechos humanos. Haz clic aquí para ver más de la serie de blogs de WITNESS sobre ética y videos de testigos presenciales, y comparte tus propios métodos y desafíos en el uso de videos de testigos presenciales poniéndote en contacto en Twitter o enviando un correo electrónico a es [@] witness [.] org.



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