Trabajar con imágenes traumáticas

Esta es una traducción al español de la publicación del Dart Center for Journalism and Trauma.

Nota: Si bien el artículo está escrito pensando en periodistas y foto reporterxs, consideramos que hay otras personas como trabajadorxs de centros, organizaciones o grupos de derechos humanos, documentalistas, acompañantes, entre otros que también trabajan con video o imágenes traumáticas.

Las fotografías y videos de actos aterradores y violentos pueden proporcionar documentación esencial de las tragedias humanas. Pero por más convincente que sea su valor informativo, las imágenes traumáticas deben manejarse con cuidado, ya que pueden poner en riesgo el bienestar de quienes trabajan con ellas.

Las imágenes de zonas de guerra, escenas de crímenes y desastres naturales son a menudo terribles. La proliferación de cámaras de alta definición en la última década ha aumentado significativamente el volumen y la naturaleza gráfica de la transmisión de material a las salas de redacción, tanto de fuentes periodísticas tradicionales como de medios sociales. Incluso cuando los eventos descritos ocurren muy lejos, los periodistas y analistas forenses, profundamente inmersos en una avalancha de fotos y videos explícitos, violentos y perturbadores, pueden sentir que se está filtrando en su propio espacio mental. Las reacciones como el disgusto, la ansiedad y el desamparo no son inusuales; y el contenido puede resurgir fuera del trabajo en forma de pensamientos intrusivos y sueño interrumpido.

A partir de la investigación, sabemos que la exposición a cantidades limitadas de imágenes traumáticas es poco probable que cause más que angustia pasajera en la mayoría de los casos; las personas que trabajan en los medios son un grupo altamente resiliente. [1] Sin embargo, los peligros de lo que lxs psicólogxs llaman traumatización secundaria o vicaria se vuelven significativos en situaciones donde la exposición se repite [2]: el efecto de goteo lento. El riesgo también aumenta cuando la persona tiene una conexión personal con los eventos en la escena, si, por ejemplo, implica una lesión a alguien que el periodista conoce.

La exposición a imágenes puede estar asociada con la angustia. [3] De hecho, en 2013, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría modificó sus directrices sobre el trastorno de estrés postraumático para reconocer que el trabajo de inmersión con imágenes traumáticas es un factor de riesgo específico para periodistas, policías y otras personas que trabajan con dichas imágenes regularmente.

Aquí hay seis cosas prácticas que las personas que trabajan en medios pueden hacer para reducir la carga de trauma:

1. Entiende con qué estás tratando. Piensa en las imágenes traumáticas como si fuera radiación, una sustancia tóxica que tiene un efecto dependiente de la dosis. Los periodistas y los trabajadores humanitarios, como los trabajadores nucleares, tienen un trabajo que hacer; al mismo tiempo, deben tomar medidas sensatas para minimizar la exposición innecesaria. La frecuencia de visualización puede ser más un problema que el volumen general, así que piense en estimar la carga de imágenes traumáticas y en asegurar tiempo de inactividad. [3]

2. Elimina la exposición innecesaria. Revisa tus procedimientos de clasificación y etiquetado, y cómo organizas los archivos y carpetas digitales, entre otros procedimientos, para reducir la visualización innecesaria. Verificar las imágenes mediante referencias cruzadas de imágenes de una amplia variedad de fuentes y tomar notas escritas de características distintivas puede ayudar a minimizar la frecuencia con la que deberás volver a verificar una imagen original. (Y nunca pases el material a un compañerx de trabajo sin advertirle qué contienen los archivos).

3. Experimenta con diferentes formas de generar cierta distancia en la forma en que ves las imágenes. Algunas personas encuentran que concentrarse en ciertos detalles, por ejemplo, la ropa, y evitar a otrxs (como las caras) ayuda. Considera aplicar un mate/máscara temporal a las áreas angustiosas de la imagen. Los editores de películas deben evitar utilizar la función de reproducción en bucle cuando recortan imágenes de ataques violentos e imágenes en el punto de la muerte; o utilízalo muy escasamente. Desarrolla tus propias soluciones.

4. Intenta ajustar el entorno de visualización. Reducir el tamaño de la ventana o ajustar el brillo o la resolución de la pantalla puede disminuir el impacto percibido. Intenta apagar el sonido cuando puedas; a menudo es la parte que más afecta.

5. Toma descansos de la pantalla de forma frecuente. Mira algo agradable, camina, estírate o busca contacto con la naturaleza (como vegetación, aire fresco, etc.). Todo esto puede ayudar a amortiguar las respuestas de angustia del cuerpo. En particular, evita trabajar con imágenes angustiantes justo antes de irte a dormir. Es más probable que abarque tu espacio mental. (Y ten cuidado con el alcohol, interrumpe el sueño y empeora las pesadillas).

6. Elabora tu propio plan de autocuidado. Cuando se trabaja en una historia con grandes implicaciones puede ser tentador aumentar dos, tres veces, cuatro veces más los esfuerzos. Pero es importante preservar un espacio para respirar fuera del trabajo. Las investigaciones muestran que las personas altamente resilientes tienen más probabilidades de hacer ejercicio regularmente [4], mantener intereses y entusiasmos externos e invertir tiempo en sus conexiones sociales [5], cuando son desafiadas por el estrés relacionado con el trauma. (Lxs periodistas que se incapacitan a sí mismos por exceso de trabajo solo están socavando su propia misión).

Algunos consejos adicionales para editores de noticias y gerentes:

  • Cada miembro de un equipo debe ser informado sobre las respuestas normales al trauma. Los miembros del equipo deben entender que diferentes personas manejan de manera diferente, cómo puede acumularse el impacto con el tiempo y cómo reconocer cuándo ellxs o sus colegas necesitan practicar un cuidado personal más activo. Esto se aplica a todxs lxs trabajadores, incluido el personal técnico y de soporte.
  • Tengan pautas claras sobre cómo se almacena y distribuye el material gráfico. Los feeds, archivos y comunicaciones internas relacionadas con imágenes traumáticas deben estar claramente señalizadas y ser distribuidas solo a aquellas personas que necesitan el material. Nadie debería verse obligadx a ver imágenes de video que nunca serán transmitidas.
  • El medio ambiente importa. Si es posible, los lugares de trabajo que se ocupan de imágenes violentas deben tener ventanas con vistas al exterior; traer plantas y otros elementos naturales también puede ayudar a construir una separación de la violencia en las imágenes de origen.

 

1.- Newman, E., Simpson, R., & Handschuh, D. (2003). Trauma Exposure and Post-Traumatic Stress Disorder Among Photojournalists. News Photographer, 58(1), 4.

2.- Cohen, K., & Collens, P. (2013). The impact of trauma work on trauma workers: A metasynthesis on vicarious trauma and vicarious posttraumatic growth. Psychological Trauma: Theory, Research, Practice, And Policy, 5(6), 570-580. doi:10.1037/a003038

3.- Feinstein, A., Audet, B., Waknine, E. (2014). Witnessing images of extreme violence: a psychological study of journalists in the newsroom. JRSM Open, 5(8) 1-7. doi: 10.1177/2054270414533323

4.- Childs, E., & de Wit, H. (2014). Regular exercise is associated with emotional resilience to acute stress in healthy adults. Frontiers In Physiology, 5161. doi:10.3389/fphys.2014.00161

5.- Eriksson, C. B., Lopes Cardozo, B., Foy, D. W., Sabin, M., Ager, A., Snider, L., & … Simon, W. (2013). Predeployment mental health and trauma exposure of expatriate humanitarian aid workers: Risk and resilience factors. Traumatology, 19(1), 41-48. doi:10.1177/1534765612441978



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