El papel de la desinformación en la perpetuación de la violencia sexual y de género en África

Por Nkemakonam Agunwa

Esta publicación de blog es la primera de una serie de dos partes. En coautoría con Oluwaseun Ayodeji Osowobi. Este blog fue publicado originalmente en Inglés.

Respuestas de los medios a la VSG

La proliferación de información errónea y la desinformación ha introducido nuevas formas de violencia sexual y de género (VSG) como el acoso en línea, el acoso sexual, la violencia sexual basada en imágenes, entre otras. Esto amplifica el problema e impide aún más el acceso a la justicia en África.

En medio de esta tendencia creciente está la atención relativamente baja que se ha prestado a cómo la información errónea y la desinformación erosionan los avances logrados en los derechos de las mujeres y los derechos de las minorías sexuales. Los avances tecnológicos también facilitan una desinformación de género más fluida y coordinada.

Al propagar la desinformación, se han postulado cuatro enfoques que aplican los agentes de desinformación para lograr sus objetivos: desestimar, distorsionar, distraer y desanimar. Estos enfoques, cuando se aplican de manera conjunta, perpetúan la desinformación y cumplen el propósito de silenciar las voces de las sobrevivientes de VSG y, en última instancia, impiden su acceso a la justicia; se abstienen de tomar cualquier medida necesaria disponible para garantizar que lxs perpetradores sean llevados ante los tribunales.

“Grietas y agujeros 2” de la artista nigeriana Clara Aden, 2021, de “ENSEMBLE: Art, Activism and Gender” de la galería de arte Forme Femine como parte de su campaña de 16 días de activismo © Todos los derechos reservados.

La desinformación por razones de género se dirige igualmente a lxs defensorxs de los derechos humanos, activistas y periodistas que critican las estructuras opresivas. A menudo, el objetivo es desacreditar y deslegitimar sus voces para debilitar su capacidad de generar cambios. Esto tiene un efecto dominó en la sociedad en general, ya que distorsiona la comprensión pública del problema y desalienta a las personas a hablar. Este es especialmente el caso de las sobrevivientes de violencia sexual y de género, ya que la desinformación de género afianza aún más la cultura del silencio y la vergüenza.

La manipulación de multimedia generada por inteligencia artificial introduce nuevas formas de violencia sexual y de género que deben abordarse. Lo más amenazante es la prevalencia de deepnudes (desnudos generados por inteligencia artificial) y deepfakes sexuales no consensuados que violan directamente el consentimiento y la autonomía corporal, mediante el uso de inteligencia artificial para insertar digitalmente la imagen de una persona en videos y fotos sexuales sin su consentimiento. La tecnología necesaria para hacer deepfakes sexuales no consensuales ahora es más accesible y, en la mayoría de los casos, solo requiere un dispositivo digital simple. Esto presenta una tendencia peligrosa debido a la facilidad con la que los deepnudes se pueden distribuir en línea y lo difícil que es eliminarlos, especialmente cuando se comparten en plataformas de mensajería encriptada como WhatsApp.

En la lucha contra la violencia sexual y de género, la falta de acceso a la justicia sigue siendo una barrera. Ha habido avances significativos a lo largo de los años gracias a los esfuerzos consolidados de las partes interesadas críticas, incluidos los grupos feministas, la sociedad civil y los medios de comunicación. Sin embargo, el acceso efectivo a la justicia se ve limitado por la discriminación estructural contra las mujeres y otras minorías sexuales que impide que se sigan los procedimientos adecuados de investigación y enjuiciamiento. La desinformación y la información errónea contribuyen significativamente a la falta de acceso a la justicia. Disuade a lxs sobrevivientes de hablar, brinda dividendos de mentirosos a lxs perpetradores, promueve leyes y políticas represivas, impulsa narrativas falsas para contrarrestar las historias de las personas sobrevivientes, deslegitima las voces de activistas y organizaciones que hablan por lxs sobrevivientes y promueve relaciones desiguales en la sociedad.

WITNESS lanzó recientemente una campaña de alfabetización mediática llamada #VerifyBeforeSharing para ayudar a combatir la propagación de información errónea y desinformación. Esta campaña informativa ofrece en formato de guías y otros contenidos multimedia, los aprendizajes de las personas participantes en el encuentro que se realizó en África occidental sobre información errónea/desinformación, y busca desarrollar la resiliencia en las comunidades con mayor riesgo de información errónea/desinformación y empoderarlas para luchar contra ella. La campaña apoyará a las comunidades con las habilidades y herramientas adecuadas para identificar las amenazas y priorizar las soluciones que sean contextualmente relevantes para el continente africano.

La información errónea y la desinformación como una cuestión de derechos humanos

Si bien la relativa falta de tratados internacionales que encapsulan la información errónea/desinformación, el espacio legal internacional está comenzando a identificarla como una norma independiente bajo el derecho internacional. Por ejemplo, la reciente Declaración Conjunta sobre Libertad de Expresión y “Noticias Falsas”, Desinformación y Propaganda de los relatores especiales de los organismos regionales de derechos humanos y la ONU es un avance en derecho blando en este tema.

El derecho a la libertad de expresión contenido en el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) comprende tres principios básicos: el derecho a tener opiniones sin interferencias (libertad de opinión); el derecho a buscar y recibir información (acceso a la información); y el derecho a impartir información (libertad de expresión). El derecho a la libertad de expresión comprende las expresiones que puedan ser falsas o que otros consideren ofensivas; sin embargo, este derecho puede estar sujeto a ciertas restricciones por motivos de salud, interés o seguridad pública.

“El ejercicio de los derechos previstos en el párrafo 2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos conlleva deberes y responsabilidades especiales. Por lo tanto, puede estar sujeto a ciertas restricciones, pero éstas solo serán las que establezca la ley y sean necesarias; (a) Por el respeto de los derechos o la reputación de los demás; (b) Para la protección de la seguridad nacional o del orden público, o de la salud o la moral públicas.

Artículo 19 (3)

La información errónea y la desinformación pueden socavar directamente la salud, el interés y la seguridad públicos, como se evidenció durante la pandemia de COVID-19. La pandemia demostró los peligros de la información errónea/desinformación al propagar narrativas peligrosas, incluida la desinformación que se basaba en la representación negativa de las mujeres. La información errónea/desinformación causa un daño significativo a la reputación, particularmente a las mujeres y las minorías sexuales que ya enfrentan discriminación sistémica. Además, el despliegue de tácticas de desinformación dirigidas, a menudo con el uso de bots y otras formas de medios manipulados, ahoga las voces auténticas de las sobrevivientes de violencia sexual y de género, lo que restringe directamente su derecho a la libertad de expresión.

El acceso efectivo a la justicia es un derecho esencial consagrado en numerosos instrumentos de derechos humanos. Las mujeres y las minorías sexuales encuentran una serie de obstáculos con respecto al acceso a la justicia dentro y fuera del marco legal. La desinformación basada en el género sustenta estereotipos negativos y normas culturales que dificultan el acceso a la justicia de las sobrevivientes de violencia sexual y de género. Además, el derecho a una audiencia justa de lxs sobrevivientes de VSG está directamente amenazado por la difusión de información errónea/desinformativa que influye negativamente en la opinión pública e influye inadvertidamente en el sistema judicial para que responda a las preferencias del público.

Las narrativas de género dañinas dificultan la derogación de leyes represivas contra las mujeres y las minorías sexuales. También contribuye a que no se promulguen leyes internas que tipifiquen adecuadamente las acciones de violencia contra las mujeres como delitos. Esto también restringe el acceso a remediación y reparación para sobrevivientes de VSG.

El papel de los diferentes actores en la exacerbación de esta amenaza

La desinformación de género incuba la apología de la violación, promueve un círculo vicioso de violencia sexual y basada en el género contra mujeres y niñas, normaliza una cultura del silencio y refuerza la culpa/vergüenza en las víctimas.

La retórica común de la desinformación es la creencia de que la justicia es inalcanzable para las sobrevivientes de VSG. En Nigeria, esto no es del todo inexacto debido a una serie de factores, como la lentitud de la investigación; proceso de litigio largo y engorroso; y la utilidad de las apelaciones hasta la corte superior. Estos procesos toman años antes de que una persona sobreviviente pueda asegurar definitivamente la justicia. Por otro lado, los organismos encargados de hacer cumplir la ley y sus agentes, con sus acciones, han contribuido a afirmar la información errónea/desinformación de que la justicia es inalcanzable. La evidencia de informes que han podido ser documentados y los que no han sido documentados muestra que lxs perpetradores han utilizado agentes de la ley para aterrorizar, someter y frustrar la causa de lxs sobrevivientes que buscan justicia.

A lo anterior se suman los mitos, hoy muy difundidos por la ubicuidad de las redes sociales, sobre la demografía de las personas con inclinación a la violencia sexual y de género y la naturaleza de la violencia sexual en sí misma. El perfil tradicional o convencional asociado con una persona abusadora es el de un bajo rendimiento, un paciente de salud mental, un ‘réprobo borracho’, un delincuente en serie o un ex convicto. Esto funciona como un escudo para lxs perpetradores que no encajan en estas descripciones y, a su vez, da lugar a dudas sobre la narrativa de unx sobreviviente. Aquí, la persona perpetradora es vista como inocente y se especula que la persona sobreviviente lo persiguió para lograr una venganza personal. Esto a menudo conduce a una conclusión errónea y maliciosa de que la violación fue consentida:

“Las representaciones de los medios y las concepciones comunes de cómo se ve una persona violadora, y cómo se ve la violación como acto, es en realidad parte del problema que enfrentan nuestros sistemas legales cuando intentan enjuiciar a quienes han cometido un delito. Estos sesgos ponen obstáculos que detienen la justicia. Juradxs, jueces y juezas son tan susceptibles a estos sesgos como la persona promedio. Es un paso importante para poner fin a la cultura de la violación que ajustemos nuestros puntos de vista para ver a las personas violadoras como realmente son, no a quienes percibimos como capaces del crimen”.

Fuente: https://vocal.media/viva/what-does-a-rapist-look-like

Una mirada superficial a los medios digitales revelará que algunas publicaciones de periódicos sobre la violación, los cuerpos de las mujeres y la autonomía son peligrosas y promueven la información errónea/desinformación de que las mujeres contribuyen y, de hecho, son una causa fundamental de la violación. En este artículo, el autor argumenta, aunque ilógicamente, que no es inconcebible que las mujeres, hoy en día, sean moralmente decadentes, sobrecarguen los impulsos sexuales de los hombres vistiéndose indecentemente y comportándose de manera sexualmente sugerente en público. Estos puntos de vista fueron reiterados por el mismo autor en una secuela, incluso después de que el artículo original fuera eliminado después de una petición en línea en su contra. El criterio que adoptan quienes son mercaderes de la desinformación y, en consecuencia, lxs agentes de la desinformación, es el de distorsionar y distraer, que es, sin duda, la intención que informa el artículo anterior contemplado.

Al distorsionar el delito de violación, el autor no reconoció las razones por las que existen incidentes de violación a lo largo de un espectro, ninguno de los cuales puede ser culpa de una persona sobreviviente. En lugar de abordar la violación desde el punto de vista de que es un crimen atroz contra la humanidad, el autor distrae al crear circunstancias atenuantes para lxs perpetradores de violencia sexual. Hemos visto cómo en tiempos de guerra y situaciones de conflicto, la violencia sexual es desplegada como una estrategia militar, política y económica por parte de combatientes o actores armados no estatales para humillar, aterrorizar y torturar a su oposición. Aquí, las mujeres, las niñas, los hombres y los niños no son vistos como humanos, sino como herramientas y objetos de guerra de los que se puede abusar como una forma de metodología de guerra contra el lado opuesto y para afirmar el dominio. Otro factor que el autor no reconoció, al mismo tiempo que aplicaba en su obra una valoración reduccionista dañina de la violación como consecuencia de la forma de vestir y (o) el comportamiento de las mujeres, es que la violación es un intento de afirmar el poder y la autoridad, de hacer que la víctima… sobreviviente se siente vulnerable, débil y (o) carente de autoestima.

De manera similar, en 2017, en respuesta a una protesta de la Guerra contra la Violación realizada en Lagos, Nigeria, una organización religiosa afirmó que la violación es el resultado de una vestimenta indecente, lo que implica que es culpa de la víctima. Esto solo promueve falsedades que se manifiestan en disposiciones sociales problemáticas y desorientación en temas de violación. Hipotéticamente, suponiendo que unx considerara la posibilidad de que esta desinformación sea precisa; ¿Por qué tenemos casos o situaciones donde menores de edad y mujeres completamente vestidas son violadas sexualmente?

La educación del consentimiento y los discursos que la rodean están ganando cada vez más fuerza en los últimos tiempos. La falsedad de que “No” a veces podría ser “Sí” está profundamente arraigada en la psique social colectiva de muchos. Cuando una mujer o un hombre dice “No” o retira el consentimiento para la actividad sexual a mitad de camino, en lugar de respetar esta declaración negativa, lxs perpetradores ignoran lo mismo y buscan la aquiescencia de otros medios, como el lenguaje corporal afirmativo pretendido o asumido o la excitación. Aquí, la narrativa del sobreviviente solo es aceptable cuando está en consonancia con los principios de la cultura de la pureza sexual. La cara ideal de la violación, arraigada en siglos de conceptos erróneos y en la que muchos creen, implica el uso de la fuerza bruta y el ejercicio de la violencia física. Esto ha causado un daño incalculable a muchas sobrevivientes que no encajan en la tipología visual de una sobreviviente de violación y les ha negado el acceso a la justicia debido a la ausencia de pruebas en los casos en que la violencia está ausente y la castidad no puede establecerse como violada. Negar la existencia de violencia sexual debido a la ausencia de lesiones físicas sigue siendo una barrera importante en los procedimientos de investigación y acceso a la justicia para las personas sobrevivientes. Los tribunales sólo confiarán en la prueba establecida.

El recurso de video como evidencia más nuevo de WITNESS, ‘Usando el video para apoyar procesos de justicia y rendición de cuentas por la violencia sexual y basada en género’, brinda investigaciones detalladas y orientación de personas expertas, herramientas de preparación y evaluación, estudios de casos y ejercicios prácticos sobre cómo se puede usar video recopilado y utilizado para documentar los elementos legales de los delitos de violencia sexual y de género. Para ayudar a respaldar una rendición de cuentas más profunda, WITNESS espera que la documentación en video procesable, confiable y de alta calidad pueda fortalecer los informes de investigación y monitoreo, pueda usarse en procesos de justicia penal, llevar a lxs perpetradores ante la justicia y lograr otras formas de justicia para víctimas y sobrevivientes de VSG. Sigue nuestra campaña en las redes sociales: #WeBelieveAllSurvivors.

INICIATIVA PONTE PARA PONER FIN A LA VIOLACIÓN (STER por las siglas de su nombre en inglés ‘STAND TO END RAPE INITIATIVE’) está trabajando en varios proyectos para amplificar las voces de las mujeres en línea y garantizar que las mujeres estén protegidas en todas las esferas de actividad dentro y fuera de internet. En respuesta a un aumento exponencial en las incidencias y los informes de acoso sexual en el lugar de trabajo, STER publicó un resumen de investigación titulado: Examen de la prevalencia, el contexto y el impacto del acoso sexual en el lugar de trabajo en Nigeria, que ha recibido la atención de los medios de comunicación digitales y organizaciones aliadas de STER. STER también está trabajando con otrxs actorxs para garantizar que se presente un proyecto de ley integral ante el brazo legislativo del gobierno de Nigeria para una acción decisiva. STER está incansablemente comprometida con el apoyo a lxs sobrevivientes de la VSG y encabeza iniciativas, programas y negocia asociaciones que están orientadas a garantizar que la eliminación de la VSG sea una realidad alcanzable. Mantente atentx a nuestras actividades actuales e iniciativas centradas en la defensa visitando nuestro sitio web y siguiendo nuestros canales de redes sociales para obtener información actualizada.

Nkem Agunwa es coordinadora de proyectos para África en WITNESS. Su atención se centra en contrarrestar la proliferación de información errónea/desinformación que incita a la violencia y socava la confiabilidad de las pruebas en video. Con casi una década de experiencia como accionando desde las comunicaciones digitales, Nkem se ha involucrado ampliamente en la libertad de expresión, la brutalidad policial, la democracia y la buena gobiernanza.

Oluwaseun Ayodeji Osowobi es una defensora de la igualdad de género con siete (7) años de experiencia en el desarrollo e implementación de estrategias y programas innovadores. Es la directora ejecutiva de la iniciativa Stand To End Rape (STER), una organización de justicia social dirigida por personas jóvenes con sede en Nigeria. Oluwaseun Ayodeji ha sido galardonada con el Premio Ciudadano Global 2020 para la Heroína de Nigeria, fue reconocida por las Naciones Unidas como una lidereza joven para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como con la Joven de la Commonwealth para el año 2019 y en el mismo año nombrada como una de las TIME’s 100 NEXT.

Blog publicado el 6 de diciembre de 2021.



¿Eres nuev@ en WITNESS? Mantente en contacto.